La nebulosa alrededor de la desaparición de Santiago Maldonado permanece densa a más de un mes del operativo en el que se lo vio por última vez, en el marco de un conflicto entre comunidades mapuches y efectivos de la Gendarmería argentina por un reclamo territorial.
"Como hay organismos internacionales —como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Naciones Unidas— focalizados en el tema, pareciera que ahora el Gobierno intentaría hacer las cosas como corresponde", indicó Caballero.
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"Estarían dispuestos a soltarle la mano a los gendarmes e integrantes de fuerzas que dependen directamente de [la ministra de Seguridad] Patricia Bullrich, y hacer que aquellos que han cometido un delito siniestro como este deban abandonar su cargo", agregó, en referencia al discurso en el Senado del jefe de Gabinete de la Presidencia argentina, Marcos Peña.
Estos dichos contrastan con las palabras de Bullrich, quien hasta entonces había afirmado que pensar en una desaparición forzada por la Gendarmería era "una locura" y "una construcción" que el Gobierno no iba a aceptar.
El periodista puntualizó que el "viraje" en la estrategia discursiva del Gobierno coincide con el levantamiento del secreto del sumario y la inclusión en el expediente de testimonios que afirman haber presenciado el momento en el que la Gendarmería se llevaba al joven en un camión.
"El discurso no es el de los últimos 30 días sino que asume que hay una sospecha firme sobre Gendarmería, basada en testimonios obrantes en el expediente. Por lo menos asumen esta realidad, cosa que Bullrich negaba", indicó Caballero.
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Según Caballero, "la investigación estuvo 30 días desorientada, porque no se trató el caso como lo que es: una desaparición forzada". Un expediente con esa carátula "tiene un estricto protocolo". Por ejemplo, la fuerza involucrada en el episodio "debe salir del expediente", algo que sucedió bastante después del 1 de agosto, dijo.
"También ese protocolo se incumplió de parte del juez y de la fiscal al no darle garantías a los testimoniantes para que pudieran declarar. De parte del Gobierno hubo un intento de castigar, estigmatizar y demonizarlos. Se los acusó de terroristas. Todo eso generaba temor en aquellos que debían presentar sus declaraciones", detalló el entrevistado.
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A criterio del periodista, la desaparición de Maldonado plantea un embarazoso problema para la administración de Mauricio Macri. La imagen del Gobierno, "sobre todo en el plano internacional", se ve "muy golpeada". A nivel interno, en miras a las elecciones de octubre, no está claro cuánto impacta la desaparición. Sin embargo, Caballero subrayó que "la sociedad argentina no quiere que ningún gobierno desaparezca gente".
"Estoy convencido de que la mayoría de la sociedad quiere que Santiago Maldonado aparezca y si no, que se sepa la verdad de por qué desapareció y quiénes fueron los responsables", aseveró.