El texto señala que los lanzamientos norcoreanos están "aunados al desarrollo de un programa militar nuclear", que "alteran la paz y la seguridad internacionales".
Las pruebas balísticas de Pyongyang "constituyen una flagrante violación del derecho internacional y de múltiples resoluciones obligatorias del Consejo de Seguridad de la ONU, y obstaculizan los esfuerzos multilaterales para propiciar un ambiente de estabilidad y cooperación en la península coreana y en el noreste de Asia".
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El Gobierno de Enrique Peña Nieto expresó además "su solidaridad y respaldo al pueblo" de Japón.
Japón es el tercer socio comercial de México en el mundo —después de EEUU y Canadá— y principal inversionista de Asia.
"La cooperación con Japón, por el número de proyectos en curso, la diversidad sectorial y las modalidades de colaboración, es una de las más amplias y robustas que tenemos", dijo la oficina del canciller Luis Videgaray, quien realizó una visita a ese país asiático en julio de este año.
México reiteró que Corea del Norte "tiene la obligación de cumplir con las resoluciones que el Consejo de Seguridad de la ONU ha adoptado desde 2006 en la materia".
Esas resoluciones le exigen al país asiático la suspensión de los lanzamientos con tecnología de misiles balísticos, de su programa nuclear militar y de cualquier otro acto de provocación.
México ratificó que continuará instrumentando las medidas, contenidas en dichas resoluciones, "que todos los Estados miembros de la ONU deben de cumplir".
