"Creo que, ante todo, debe realizarse una valoración muy precisa de lo ocurrido, no hay que apresurarse con la restauración, con echar cemento o construir algo", dijo Bokova en rueda de prensa.
La directora del organismo internacional destacó que urge reforzar aquellos monumentos y edificios que puedan derrumbarse en breve.
"Hay que reforzar para no perderlos para siempre y luego pasar a la siguiente etapa", subrayó.
En marzo de 2016 las fuerzas armadas de Siria, con el apoyo de la aviación rusa, liberaron Palmira ocupada por los terroristas de Daesh (proscrito en Rusia y otros países), pero en diciembre de ese mismo año la urbe volvió a caer en manos de los yihadistas, que destruyeron parte de sus monumentos.
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El 2 de marzo la ciudad fue liberada por segunda vez.
El avance rápido del Ejército sirio posiblemente fue el que salvó la ciudad, uno de los seis lugares de Siria declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, de la destrucción total.