"En el año 2006, cuando nuestro Comandante tuvo un accidente en la provincia de Villa Clara se me ocurrió hacer una Tambor a la Nación para rescatar su salud, convocamos a todos los rumberos de Cuba, a los practicantes de las tradiciones religiosas y culturales africanas y resultó un éxito", dijo a esta agencia de noticias Tío Molina, según su nombre artístico.
Al describir los objetivos de la velada de la noche de este sábado, Molina explicó que se trata de que los grandes percusionistas, cantantes y bailarines vivos recuerden a las grandes personalidades que murieron, y que ese acontecimiento sirva como legado para las futuras generaciones.
"Comenzaremos a las 10 de la noche del 12 de agosto, y a las 12.00 (16.00 GMT) del 13, fecha del natalicio de Fidel Castro, le rendiremos los honores que merece como alguien que nos dejó un importante legado cultural en el cual se basan los fundamentos y los objetivos de esta idea artística", precisó.
Molina hizo votos porque otros después de él y Amores continúen esta idea para impulsar la cultura urbana cubana, las tradiciones musicales y danzarías.
En relación con Misa Cubana un tambor a la Nación, describió que es el tambor en un primer plano, no como elemento acompañante, y al mismo tiempo un homenaje a todos los grandes que han muerto.
"Se trata de continuar con la tradición de la rumba, hecho musical-danzario, pero también identidad, sentido de pertenencia de nosotros los cubanos", explicó.
Apasionado de la rumba, subrayó que es la alegría del cubano, "algo que nos identifica y pertenece a todos los nacidos en esta isla".
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Molina detalló que en el escenario del Palacio de la Rumba se verá este sábado una ceremonia basada en un tambor que denominó Aberikula, música y danza de origen africano carabalí Abakuá, y rumba (cantos de pulla o controversias entre improvisadores del género, yambú, guaguancó y columbia).