Se recomienda que el agua que consumimos tenga el pH neutro. El pH, el nivel de acidez o alcalinidad del agua, puede ser perjudicial para la salud si es muy alto o si es muy bajo. La escala para calcular este nivel oscila entre el 0 y el 14, y se considera como neutro el pH 7.
Por este motivo, muchos son los que prefieren beber agua embotellada. Se considera, en teoría, que garantiza un pH de 7.
Un problema que afecta a los dientes
Beber agua con un alto nivel de acidez daña el esmalte de los dientes, alerta el doctor Eunjung Jo en Daily Mail.
"Nuestro esmalte empieza a erosionarse con un nivel de pH de 5,5, así que es mejor evitar las bebidas con un nivel de pH inferior a 5,5".
"Cuanto más largos son los sorbos y más tiempo se queda en la boca, más perjudicial", alertan desde el rotativo.
Además, el agua embotellada no tiene flúor, un componente beneficioso para el esmalte dental y que sí está presente en el agua del grifo. Quienes solo consumen agua embotellada, pueden usar pastas de diente fluoradas para compensar.
"Cuando te lavas los dientes con el agua del lavabo lo estás haciendo con un poco de flúor", dicen el Daily Mail.
Los expertos consultados por Daily Mail recomiendan, por tanto, encontrar el equilibro entre consumir ambos tipos de agua. No hay razón para evitar el agua del grifo. "Es del todo saludable", indican.