"Es imposible vencer la indignación extrema relacionada con el hecho de que pese a la demanda de que se abstuvieran de realizar estos vuelos, continúan haciéndolo", declaró el vicegobernador de la prefectura, Moritake Tomikawa, en su nota de protesta extendida al comandante de las fuerzas estadounidense en Okinawa, Lawrence Nicholson.
Las autoridades de Okinawa solicitaron tras el accidente en Australia que los militares norteamericanos dejasen de volar estas naves hasta establecer las causas de la avería y enmendarlas, pero el 7 de agosto pasado otro convertiplano partió de la base de Futemma.
Lea más: EEUU devuelva a Japón 0,8% del territorio que ocupa su base aérea en Okinawa
Más temprano, el 31º cuerpo expedicionario de los infantes de la Marina de EEUU estacionado en la isla japonesa de Okinawa confirmó el siniestro de un convertiplano, que es una aeronave de rotores basculantes, en Australia.
La aeronave, capaz de transportar entre 24 y 32 personas además de cuatro tripulantes, participaba en el ejercicio Talisman Saber que Australia y EEUU realizan cada dos años.
En pasado junio un avión similar realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto japonés de Amami.
En diciembre de 2016, un MV-22 Osprey se desintegró tras aterrizar de emergencia en la prefectura de Okinawa.