"Ya no apoyamos a uno de los socios importantes en la lucha contra Daesh" (autodenominado Estado Islámico proscrito en varios países, incluida Rusia), dijo a la cadena el portavoz de la coalición, coronel Joseph Scrocca.
"También se comprometieron a no llevar a cabo operaciones contra las fuerzas sirias en las zonas fuera del conflicto", afirmó.
Añadió que la coalición "seguirá instruyendo y ayudando a otros socios de confianza en el sur de Siria para quienes la victoria sobre Daesh está por encima de todos los demás objetivos".
Por otra parte, representantes de la coalición y funcionarios de EEUU comunicaron a la cadena que el grupo Shohada Quartyan había devuelto parte del armamento, incluidas ametralladoras, sin embargo se quedó con una cantidad significativa de las armas ligeras y vehículos para lanzar ofensivas independientes contra las fuerzas del Gobierno sirio.
"Ese grupo sirio… quiere aprovechar la seguridad junto con nosotros para atacar el régimen y luego volver a vivir en las proximidades de los militares de EEUU, es simplemente inaceptable ya que pone en peligro las vidas de los militares estadounidenses", dijo el enviado presidencial de EEUU para la coalición anti-Daesh, Brett McGurk.
La coalición anunció a finales de julio que pidió a sus aliados en Siria a centrarse en la lucha contra los terroristas en lugar de contra el Gobierno sirio.
El portal The Daily Beast había informado con anterioridad citando fuentes en la administración y el Congreso de EEUU que Washington adoptó una nueva estrategia sobre Siria que no prevé el derrocamiento del presidente sirio Bashar Asad y busca desarrollar una cooperación estrecha con Rusia en la lucha antiterrorista.