"Un minuto de vuelo en el espacio aéreo de Finlandia, igual que cualquier violación de la frontera de un Estado por un período de tiempo de más de un minuto, es una violación flagrante de las reglas internacionales de comportamiento para los aviones militares y civiles", subraya Baranets.
"Es una señal muy preocupante. Desde mi punto de vista, los pilotos de la OTAN son unos caraduras que desconocen dónde está el límite. Si hubiera sido un avión ruso, Helsinki gimotearía ahora por las esquinas denunciando una 'violación grave cometida por los rusos'", planteó Baranets.
"Finlandia no es Rusia. Se trata de una presa fácil para la OTAN, pues va a tragar con esta situación y aguantará hasta que finalmente los aviones de bloque den vueltas sobre Helsinki", considera el experto.
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El 1 de agosto, el Ministerio de Defensa del país escandinavo denunció que dos cazas de combate españoles F-18 Hornet habían irrumpido en su espacio aéreo.