"Ambos líderes coincidieron en que Corea del Norte representa una creciente amenaza directa a EEUU, Japón, República de Corea y demás países (…) El presidente Trump y el primer ministro Abe se declararon partidarios de incrementar la presión económica y diplomática sobre Corea del Norte y convencer a otras naciones de que sigan su ejemplo", dice el comunicado.
Según el anuncio oficial, el misil voló unos 998 kilómetros, alcanzando una altitud de casi 3.725 kilómetros, y cayó en el mar del Este (mar del Japón) unos 47 minutos después del lanzamiento.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó entretanto que se trataba de un misil de alcance medio, al igual que en el lanzamiento anterior, del 4 de julio.
Con el ensayo del viernes, se eleva a 11 el número total de pruebas de misiles balísticos que Corea del Norte realizó en lo que va de año, incluyendo dos lanzamientos fallidos en abril.
En 2016, Pyongyang llevó a cabo más de 20 ensayos similares, además de la cuarta y la quinta pruebas nucleares, pese a las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.