Aunque no se conocen los detalles del documento acordado, según las fuentes del medio ruso Pravda, se trata de un programa norteamericano para coordinar la preparación de militares calificados para el Ejército kazajo. Además, Astaná, que siempre fue considerado un aliado de Moscú, manifestó su interés por la ayuda estadounidense para construir su propia Armada en el mar Caspio.
"El mar Caspio es un mar cerrado, por eso la presencia de militares estadounidenses puede suscitar objeciones contundentes no solo por parte de los militares rusos, sino también de parte de otros países como Irán, Azerbaiyán y Turkmenistán. Los buques de la OTAN o EEUU no pueden entrar en el mar sin la aprobación de los rusos, porque pueden llegar allí solo a través del canal Volga-Don. No es posible lanzar un buque desde el aire. Que Kazajistán colabore con EEUU en materia militar es parte de su derecho soberano, al menos hasta que no menoscabe el Tratado de Seguridad Colectiva", subraya experto.
A pesar de los últimos pasos de Kazajistán, Litovkin asegura que formar parte de la OTAN "contradice a los intereses de seguridad de Kazajistán". Primero, porque Kazajistán está estrechamente vinculada con la economía rusa en el marco de la Unión Euroasiática. Segundo, porque este país asiático se encuentra entre dos fuegos: China y Rusia, y se ve obligado a maniobrar para evitar la manipulación excesiva por parte de alguna de la potencias.
Astaná está muy consciente también de que en la lucha contra los grupos islamistas radicales, Rusia es su aliado principal, ya que en este ámbito los intereses de ambos países coinciden. Moscú, según Litovkin, espera que Astaná siga manteniendo su política cordial a la hora de defender en conjunto sus fronteras meridionales.
"No creo que debemos tener miedo de contactos entre los militares norteamericanos y kazajos, aunque sí es nuestro deber mirarlos con lupa. Kazajstán es nuestro aliado en la OTSC. Puede realizar algún tipo de cooperación técnico-militar tanto con EEUU, como con cualquier otro país", recalca el experto.
En cualquier caso, hoy por hoy, en el mundo se pone de relieve la tendencia de diversificar los contactos en materias militar y político-militar. Un ejemplo de esto es Turquía, país que siendo el miembro de la OTAN, prepara un acuerdo con Rusia para poder producir los sistemas antimisiles rusos S-400 en su territorio, utilizando tecnologías rusas.
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