"La tensión parece estar disminuyendo un poco, estamos satisfechos con esto porque parece ir en la dirección correcta; obviamente es una región muy frágil, entonces no quiero agregar nada que pueda aumentar la preocupación", dijo Nauert en conferencia de prensa.
Los musulmanes se negaron a cruzar por los portales electrónicos argumentando que esta medida representa un grave cambio en el statu quo de Jerusalén y de ese sitio sagrado.
La portavoz del Departamento de Estado sostuvo que "todo lo que sirva para reducir las tensiones, no tan solo acerca de esto, también sobre el proceso de paz, lo apoyamos; apoyamos la conservación del statu quo en ese lugar".
El gobierno de Israel anunció la decisión de retirar los detectores de metales en medio de fuertes protestas de la comunidad musulmana y como parte de un acuerdo al que llegaron el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el rey de Jordania, Abdalá.
Pero las autoridades israelíes decidieron en cambio continuar con la instalación de cámaras de seguridad, por lo cual los musulmanes siguen negándose a volver a orar en el lugar.