En particular, esta advertencia la hicieron el director ejecutivo del Fondo de la ONU para la Infancia, Anthony Lake, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley, y el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al término de su visita conjunta a Yemen.
"Se trata del peor brote del cólera en el mundo que se produce en medio de la mayor crisis humanitaria; solo en los últimos tres meses se han registrado 400.000 casos sospechosos de cólera y cerca de 1.900 muertes", dice el comunicado publicado en la web de la Organización Mundial de la Salud.
"Llamamos a la comunidad internacional a redoblar su apoyo a la población de Yemen; si no logramos hacerlo, la catástrofe que se desenvuelve ante nuestros ojos no sólo continuará cobrando vidas, sino también dejará secuelas en las generaciones futuras y en el país en los próximos años", dice el comunicado.
Según el comunicado ocho de cada diez niños en Yemen necesitan ayuda humanitaria urgente.
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"El brote de cólera, junto a la desnutrición y el impacto de dos años de guerra, ponen en riesgo la vida de los niños en Yemen (…) el 80% de la población infantil de Yemen (casi 10 millones) necesita ayuda humanitaria urgente", dice el comunicado.
El comunicado alerta que la "ausencia de agua potable y servicios de salud están agravando el brote de cólera".
Desde 2014 Yemen es escenario de violentos combates entre los rebeldes hutíes y los partidarios del expresidente Alí Abdalá Saleh, por una parte, y las fuerzas leales al presidente legítimo Abdo Rabu Mansur Hadi, por otra, a las que apoya desde marzo de 2015 una coalición de países del Golfo Pérsico y África del Norte encabezada por Arabia Saudí.