"La rebaja refleja un prolongado crecimiento económico bajo, que ha perjudicado los ingresos fiscales, la contribución del aumento de la deuda del Gobierno y la erosión del perfil macroeconómico del país", informó S&P.
La agencia explicó que una de las causas principales de la baja fueron las presiones políticas para aumentar el gasto social, lo que aumentó la deuda pública; además de la caída de los precios del cobre, principal producto de exportación chileno; y la baja confianza empresarial, lo que evita la inversión y el consumo privado.
"Si el cobre se mantiene bajo y el crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) limitado, el peso del ajuste fiscal caerá en el gasto público", advirtió S&P.
El ministro de Hacienda Rodrigo Valdés se refirió al tema en una conferencia de prensa luego de conocerse el informe, donde comentó que esto era una mala noticia, y que la baja retrotrae la calificación de Chile a la que tenía hasta 2010.
"Quiero poner en perspectiva la nota con que nos deja S&P, ya que actualmente tienen el mismo rating países como Japón, Israel, Eslovaquia, Irlanda y Eslovenia, y seguimos un par de escalones por encima de los países latinoamericanos mejor posicionados que los de la Alianza del Pacífico", agregó.
Este informe se produce la misma semana en que el Ministerio de Hacienda realizó una estimación de crecimiento para Chile de 1,5 por ciento para la segunda mitad del año, cifra mucho más baja con respecto a las estimaciones de 2,25 por ciento que había realizado anteriormente.