"Las personas (…) fueron despedidas de los cargos en el Gobierno a causa de sus vínculos con grupos, organizaciones o estructuras reconocidas como terroristas o que llevan una actividad contra la seguridad nacional", dice el decreto, que tiene fuerza jurídica en el marco del estado de emergencia declarado en Turquía tras la intentona golpista.
Entre los despedidos hay 2.303 empleados de las fuerzas de seguridad, 1.486 del Ministerio del Interior, 546 militares, 789 empleados del Ministerio de Salud, 551 del Departamento para los Asuntos Religiosos, 418 del Ministerio de Justicia, 102 del Ministerio de Educación y 45 de la cancillería.
Se informa, sin embargo, que decenas de los funcionarios fueron restituidos en sus cargos.
Turquía vivió en la noche del 15 de julio de 2016 un fallido golpe militar que se saldó con más de 240 muertos y casi 2.200 heridos.
Las autoridades turcas acusaron al teólogo musulmán Fethullah Gülen, autoexiliado en EEUU, de haber organizado el amotinamiento y exigieron su extradición.