"Lo que pasó hoy es un acto político; responderemos con política, en las calles", avisó el presidente del Partido de los Trabajadores (PT) en la ciudad São Paulo, Paulo Fiorilo, desde un camión de sonido en la Avenida Paulista desde donde se dirigió a los manifestantes, según recoge el diario Folha de São Paulo.
A unos metros de distancia se reunieron los detractores de Lula —medio centenar, según la Policía Militar—, ataviados con banderas de Brasil, cacerolas y pancartas en las que pedían a los conductores que hicieran sonar el claxon si estaban de acuerdo con la condena.
Las dos concentraciones espontáneas transcurrieron de forma pacífica y sin incidentes, pero pueden ser una previa de las movilizaciones que Brasil podría vivir en los próximos días.
Lula ha sido condenado por un delito de corrupción, por presuntamente haber recibido un apartamento de la constructora OAS como forma de soborno.
Si es el expresidente es condenado en segunda instancia no podrá presentarse como candidato presidencial en las elecciones de 2018.