Este acuerdo está relacionado con otro acuerdo que Greenblatt también ha anunciado hoy y que prevé la construcción de un canal que lleve agua del mar Rojo al mar Muerto, un proyecto en el que también participa Jordania, del que se ha hablado con frecuencia en los últimos años y que se espera que se complete en un plazo de cuatro o cinco años.
El agua que recibirán los palestinos procederá de una planta desalinizadora que Israel y Jordania construirán conjuntamente, según acordaron estos dos países en 2015.
Diez millones de metros cúbicos del precioso líquido irán a la Franja de Gaza, donde prácticamente nada del agua que se distribuye por la red pública es potable.
El acuerdo prevé que la entrega del agua a los palestinos se inicie pronto y vaya creciendo progresivamente conforme pasen los años.
Como sea que los palestinos insisten en recibir la parte de agua que les corresponde del río Jordán y de los acuíferos, Gneim precisó que el acuerdo que hoy se ha firmado es puntual y parcial, y no está relacionado con la negociación del agua que debe hacerse para firmar la paz entre Israel y los palestinos.