"La nueva política de EEUU, el anuncio del posible traslado de su embajada a Jerúsalen, puede provocar una nueva escalada de la situación en la región", dijo Sanai en una mesa redonda organizada por esta agencia con motivo del Día Mundial de Al Quds (nombre árabe de la ciudad de Jerusalén).
A principios de junio, el presidente estadounidense, Donald Trump, firmó una resolución para mantener la legación de su país en la ciudad israelí de Tel Aviv en lugar de trasladarla a Jerusalén.
Según informó la Casa Blanca, Trump tomó esta decisión para maximizar las oportunidades para una negociación exitosa entre Israel y Palestina.
El mandatario renovó así una exención para evitar aplicar una ley de 1995 que establece la relocalización de la embajada de EEUU a Jerusalén.
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Cada presidente estadounidense desde Bill Clinton (1993-2001) ha firmado esta exención cada seis meses para evitar el traslado de la sede diplomática.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo a la vez que posponer el traslado de la legación estadounidense "aplaza la paz porque contribuye a la ilusión palestina de que el pueblo judío y su país no tienen conexión con Jerusalén".
Israel declaró a Jerusalén su capital en 1949, pero la gran mayoría de la comunidad internacional reconoce Jerusalén Este y la Ciudad Vieja, territorios que forman parte de esa ciudad, como parte de Palestina.