"El subsecretario de Estado John Sullivan viajará el lunes 19 de junio a Cancún, México para representar a los Estados Unidos en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos", dice el comunicado que agrega que "el Secretario de Estado continuará con sus esfuerzos para reducir las tensiones en la región de Oriente Medio a través de reuniones en persona y conversaciones telefónicas con el Golfo y los líderes regionales".
Al boicot diplomático de Catar se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras; Jordania y Yibuti redujeron el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha; Senegal, Chad y Níger llamaron a consultas a sus embajadores en Catar; como resultado, al bloqueo de Doha no se unieron solo dos Estados miembros del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG), Kuwait y Omán.
El Gobierno de Catar lamentó el bloqueo al calificarlo de "injustificado", aseguró que todas las acusaciones carecen de fundamento y declaró que no tomará medidas de respuesta.
La crisis se desató después de que la agencia de noticias catarí QNA publicara unas supuestas declaraciones del emir de Catar, Tamim bin Hamad al Thani, a favor de la normalización de las relaciones con Irán.
El Ministerio de Exteriores de Catar afirmó más tarde que el polémico discurso era falso, obra de piratas informáticos que habían atacado el sitio web de la agencia, pero Arabia Saudí, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos dieron poco crédito a esta explicación.