El 14 de junio, en la capital de Somalia se estalló un coche bomba cerca de un restaurante, ubicado en el edificio del hotel, que acoge la única discoteca en la ciudad.
A la explosión le siguió un tiroteo. Los atacantes se refugiaron en el hotel y actualmente retienen a los visitantes como rehenes, cuyo número exacto se desconoce.
Según la policía, la mayoría de las víctimas son jóvenes que entraban en el restaurante cuando tuvo lugar el ataque.
El grupo yihadista Al Shabab reivindicó la autoría del ataque.
Las milicias de Al Shabab luchan contra el Gobierno central somalí, obstruyen la labor humanitaria de la ONU en el país y han reivindicado numerosos ataques terroristas en el este de África, incluyendo la matanza en el centro comercial Westgate en Nairobi, Kenia, en septiembre de 2013.