"Debemos ser suficientemente valientes para admitir que la 'guerra contra el terror' no está funcionando y necesitamos una vía más inteligente para reducir la amenaza de países que crían terroristas y generan terrorismo", declaró en el primer acto de campaña desde el atentado suicida en Mánchester.
Corbyn prometió revertir los recortes estatales en servicios de emergencia y del orden porque, según dijo, "no se puede proteger y cuidar (a la ciudadanía) con gangas".
Más de 17.000 agentes de policía, y en particular los designados en las barriadas y comunidades urbanas, se han eliminado en los programas de austeridad gubernamentales desde 2010.
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En política exterior se refirió a la corriente de opinión que "apunta a las conexiones entre las guerras que nuestro Gobierno ha apoyado o combatido en otros países y el terrorismo en casa".
"Esa valoración no reduce para nada la culpabilidad de los que atacan a nuestros niños", añadió consciente de la sensibilidad de su argumento a los cuatro días de la masacre en el pabellón de conciertos de Mánchester.
Pero resaltó que la "compresión informada de las causas del terrorismo es una parte esencial de una efectiva respuesta que protegerá la seguridad de los que combaten el terrorismo, sin avivarlo".
La reanudación de la campaña a las elecciones del 8 de junio coincide con un tirón de los laboristas en los sondeos de intención de voto.
De acuerdo con la encuesta de YouGov para The Times, la distancia de los conservadores se ha reducido en un mes de 24 a cinco puntos.
En el reparto de votos de este sondeo, el partido gubernamental de Theresa May obtiene el 43%; Laboristas, 38%; Liberal-demócratas, 10%; y UKIP, 4%.