De acuerdo con Serguéi Sanakoev, presidente del centro analítico ruso-chino, el crecimiento naval chino además de beneficiar a Rusia, obligará a EEUU a 'calmarse'.
"Recientemente, el 'inexperto' presidente de Estados Unidos pensó en asustar a todo el mundo, al estilo cowboy. Ahora, gentilmente le hicieron entender que las relaciones con China no son un juego, como lo que él jugó con Kim Jong-un, a quien se puede amenazar fácilmente", aseveró Sanakoev, en entrevista con Svobodnaya Pressa.
El analista militar Vasili Kashin coincidió con Sanakoev. Según el experto, el desarrollo de la flota china puede probablemente ser considerado positivo desde el punto de vista de Rusia porque obligará a EEUU a reaccionar y, de esa manera, a cambiar su enfoque del país eslavo a la nación asiática.
"De manera general, Rusia está interesada que China se convierta en un 'actor' global independiente, capaz de influir en los procesos internacionales. Esto reducirá la presión desde Estados Unidos sobre Rusia y disminuirá el monopolio estadounidense en las relaciones internacionales", afirmó Kashin.
De acuerdo con el analista, los tres primeros portaviones chinos serán utilizados en misiones en las costas del país. Las siguientes embarcaciones, por su parte, actuarán lejos de China, "en las costas de África, América Latina, Oriente Medio, entre otros", supuso el experto. Además, consideró que ya en los próximos 10 años la Armada será capaz de asegurar los intereses fundamentales de Pekín en las zonas remotas del mundo.
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Se espera que la nueva nave de fabricación china entre en servicio de la flota del Ejército Popular de Liberación del país asiático para el año 2020.