"Hay que señalar la ausencia de la colaboración de la OSCE con los organismos de la investigación preliminar", dijo Basov.
Precisó que en numerosas ocasiones los milicianos enviaron solicitudes a los observadores para obtener datos necesarios, pero la OSCE no las examinó.
"Esto pone en tela de juicio la aspiración que mostró la OSCE de realizar una investigación completa, objetiva e imparcial", agregó.
El 23 de abril una mina estalló al paso de una patrulla de la OSCE en las inmediaciones de Prishib, una zona de la provincia de Lugansk no controlada por el Gobierno ucraniano.
La detonación se saldó con un muerto, de nacionalidad estadounidense, y dos heridos, una ciudadana alemana y un checo.
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Según datos de la ONU, las hostilidades han provocado más de 10.200 muertos.
Pese a los Acuerdos de Minsk pactados en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, y las varias treguas declaradas desde el inicio del conflicto, tanto el Ejército de Ucrania como las milicias de Donbás denuncian violaciones casi diarias.