Se trata del radar termoacústico de inteligencia Penitsilin (penicilina, en ruso), que actualmente está experimentando sus ensayos estatales finales cerca de la localidad rusa de Oremburgo.
"Penitsilin puede actuar a una distancia segura del enemigo y es capaz de encontrar de forma autónoma las posiciones de la artillería, además de blancos que anteriormente eran indetectables: los lanzacohetes múltiples y los sistemas de misiles de defensa antiaérea", aseguran en el consorcio Rostec.
El radar termoacústico permite detectar la posición geográfica de una batería enemiga en tan solo cinco segundos. Este sistema incluye varios receptores acústicos que se instalan en tierra y un módulo óptico electrónico.
"Al desplegar los sistemas semejantes en el planeta, podemos escuchar todo lo que ocurre en la Tierra. Este aparato reacciona incluso al sonido que produce una puerta. Con todo eso, lo importante es que podemos saber qué puerta de los millones que hay en la Tierra produjo este ruido, dado que conocemos sus coordenadas", comentó Valeri Kámishev, constructor de la empresa Roselectronica, citado por el medio ruso.
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