"Hasta la fecha no hay ninguna información clara sobre los resultados de la investigación aunque sabemos exactamente quién es responsable de este crimen, quién permitió la libertad de acción a los grupos militares ultraderechistas culpables de la muerte de las personas", declaró a la prensa.
El 2 de mayo de 2014, en plena campaña electoral para elegir al presidente del país, manifestantes contrarios al actual Gobierno ucraniano fueron agredidos por extremistas del grupo radical Pravy Sektor y ultras de fútbol.
La agresión derivó en el incendio premeditado de la Casa de los Sindicatos donde se refugió un grupo de manifestantes indefensos.
Del total de muertos siete eran mujeres y uno menor, 32 murieron a causa de quemaduras e intoxicación por monóxido de carbono, 10 se tiraron por las ventanas del edificio incendiado y seis fallecieron por heridas de balas.
La oposición sostiene por su parte que hubo 116 fallecidos.
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Las organizaciones internacionales apuntaron reiteradamente a la ausencia de avance en la investigación de la tragedia y exigieron a las autoridades ucranianas que castiguen a los responsables.
No obstante, el juicio se está dilatando y debido al cambio del panel de jueces empezó de cero.