Según los expertos, como el núcleo de Mercurio ocupa un 85% de su radio, su corteza es muy fina y se enfría al igual que su núcleo, lo que hace que se contraiga. Solo ahora los geólogos han podido calcular cuándo y a qué velocidad tienen lugar estos procesos.
La geografía de Mercurio, un mapa con muchas pistas
La estación espacial Messenger ha descubierto en Mercurio tal cantidad de dobleces, terrenos escarpados y grietas en su superficie que es posible realizar un estudio detallado de la actividad tectónica del planeta en el pasado. El aspecto de la corteza exterior, según los investigadores, se explica por los procesos físicos que tienen lugar en su superficie, mientras que el núcleo del planeta se va enfriando, posiblemente a causa de la influencia de su campo magnético.
Los cráteres de Mercurio dan pistas de la contracción que sigue sufriendo el cuerpo celeste. La edad de sus cráteres ha sido calculada mediante los mismos métodos utilizados por los geólogos para determinar la edad de los cráteres lunares.
Los geólogos también han analizado las consecuencias del bombardeo de cráteres sobre la superficie lunar para determinar cuándo y a qué velocidad se ha ido enfriando Mercurio desde su formación hasta contraerse.
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El análisis del planeta más cercano al Sol se llevará a cabo durante los próximos años gracias al trabajo de dos estaciones espaciales: la Mariner 10 y la Messenger. Se planea enviar una tercera misión en 2018, que debería llegar a Mercurio en el 2025.