En el vídeo, publicado en las redes sociales rusas, un dron comienza a perseguir a una persona que, asustada, sale corriendo e intenta 'devolverle el susto' a la máquina, esconderse tras un automóvil y utilizar una metralleta… imaginaria.
Durante la persecución, el ciudadano ruso llega a agarrar del suelo lo que parece ser una piedra real para lanzarla contra el dron. En ese instante, el artefacto alza el vuelo para evitar su eventual derribo.