"Este ataque probablemente pueda ser valorado como un crimen de guerra", aseveró.
Colville señaló que las conversaciones sobre la evacuación de civiles de Fua y Kefraya se llevaron a cabo por Irán y Catar.
"Nos preocupa también en modo extremo la situación de los civiles que quedan en Fua y Kefraya, y la situación de los habitantes de otras ciudades que son parte del acuerdo de evacuación", añadió el funcionario de la ONU.
Posteriormente una fuente en el lugar informó a esta agencia que vehículos con los heridos lograron llegar desde Al Rashidín, controlado por terroristas, a los hospitales locales situadas en el territorio controlado por las tropas sirias.
A finales de marzo las autoridades sirias lograron un acuerdo con grupos armados para que dejen marcharse a los vecinos de Fua y Kefraya, dos aldeas chiíes bloqueadas por los insurgentes.
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A cambio, se acordó que un total de 8.000 miembros de grupos armados podrán abandonar libremente las ciudades de Madaya y Zabadani, en la gobernación de Rif Dimashq.