En 2013, Trump advirtió que si él atacaba a Siria, "sería una sorpresa, y no avisaría a todos los medios como un idiota". Parece haber cumplido su promesa.
"En menos de una semana, la diplomacia de Trump ha crecido años luz en su desarrollo. (…) No solo ha tomado la posición de Obama sobre Asad, sino que la ha superado. Además, hay una sensación de que Trump ha entendido finalmente cómo tratar a Rusia, a la que antes se había dirigido en un tono mucho más suave que otros presidentes de Estados Unidos", escribe Nic Robertson de CNN.
Los oponentes de Trump en el Congreso también tuvieron palabras halagadoras, en particular por líderes demócratas en el Senado como Chuck Schumer, el cual sostuvo que había "sido la decisión correcta", y por políticos en la Cámara de Representantes como Nancy Pelosi, quien consideró que "ha sido una respuesta proporcionada", cita Mirzayán a los políticos estadounidenses.
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"El distanciamiento emocional de Donald Trump ha sido perforado por las simples imágenes de los niños que sufren en Idlib de Siria, imposibles de olvidar", asegura el periodista David Ignatius.
"Trump siempre ha estado en contra de involucrarse en los asuntos de Oriente Próximo, ha afirmado que esto solo ayudaría a nuestros enemigos y crearía nuevas olas de refugiados. Hasta que vio las imágenes por televisión", sostiene Ann Coulter, columnista conservadora.
Sin embargo, la idea de que Trump decidió atacar a Siria a causa de las imágenes de los niños que sufren en Idlib, no tiene lógica, porque en ese caso habría bombardeado a la oposición, señala Mirzayán.
Opinión: "O a Trump le han dado un golpe de Estado, o es tan tonto como parece"
"Ha sido la primera prueba de valor de Trump desde que se convirtió en presidente. Trump ha enviado un mensaje al mundo de que dará su propia respuesta a todos los eventos que sucedan en él", observa el periodista conservador estadounidense John Podhoretz.
"Trump ha demostrado que su política exterior es diferente a la de su predecesor: es más agresivo y aventurero. Es justo lo contrario de lo que había declarado durante su campaña electoral", señala Robert W. Merry, editor del medio The American Conservative.
Según Mirzayán, "en un futuro próximo los medios estadounidenses van a entender lo limitadas que son las acciones de Trump y van a exigir que la fiesta continúe".
"Si Trump acepta la idea de Blinken y sus partidarios, de hecho, se convertirá en una reencarnación de Bush, pero con unas condiciones mucho menos favorables (la potencia total de EEUU en términos de la economía, la imagen, la unidad interna y el ejército en 2001 era mayor que en 2017) y con más impulsividad", opina el columnista.
"Pero si Trump sigue siendo Trump, y el ataque de hoy contra Siria es un paso único para cumplir con tareas tácticas (desviar los medios, demostrar su firmeza a los votantes estadounidenses y al líder de China, Xi Jinping, que estaba de visita en EEUU en ese momento), entonces la prueba de la política exterior, así como idoneidad y voluntad para servir como cabeza de la nación más poderosa del mundo, puede ser considerada superada", concluye el experto.