Sin embargo, no es su inconmensurable tamaño ni su aterrorizadora velocidad lo que ha despertado tanto interés por parte de los astrónomos de la NASA, quienes lo detectaron a través del famoso telescopio espacial Hubble, sino el mismo hecho de que un agujero supermasivo haya empezado a moverse de su galaxia y el motivo por el que ésta lo ha echado de allí.
"Son las ondas gravitacionales —las ondulaciones en el tejido del tiempo-espacio— las que podrían dar tal golpe a un agujero negro", opinan Marco Chiaberge y sus colegas, del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial, en Baltimore, EEUU.
El grupo de investigación comparó las fotos del cuásar —una fuente de energía y luz visible emitida por los gases calientes que rodean un agujero negro— con las tomadas durante las investigaciones anteriores del mismo objeto. Resultó que se encontraba a 35.000 años luz del centro de su galaxia.
Fotos: Agujeros negros supermasivos en imágenes
Según calculan los científicos, el agujero supermasivo abandonará su galaxia dentro de unos 20 millones de años, mientras que gracias a su descomunal velocidad, podría recorrer el espacio entre la Tierra y la Luna en menos de 3 minutos.