"La prohibición de entrada sería el último recurso, pero nos reservamos este derecho", dijo Altmaier en una entrevista concedida a la compañía mediática Funke.
"Nos oponemos decididamente a las comparaciones con los nazis y las acusaciones grotescas", afirmó.
Altmaier comentó que "Turquía siempre presta una atención especial para proteger su dignidad, pues Alemania también la tiene".
Las relaciones entre Berlín y Ankara se agravaron después del arresto del periodista alemán de origen turco Yücel Deniz en Estambul, acusado en Turquía de participación en una organización terrorista y propaganda de terrorismo.
Luego, las autoridades de la ciudad alemana de Gaggenau (estado de Baden-Wurttemberg) cancelaron una intervención del ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, quién se marchó del país y rehusó reunirse con su homólogo alemán, Heiko Maas.
El 5 de marzo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, comparó las políticas de Berlín con "las prácticas de los nazis en el pasado", provocando un serio descontento en Alemania.
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Erdogan también arremetió contra Merkel por haberse puesto del lado de Holanda en la crisis diplomática que se desató entre Ankara y Ámsterdam después de que las autoridades holandesas prohibieran la entrada al canciller turco, Mevlut Cavusoglu, el pasado fin de semana.