Volkswagen también aceptó los cargos de conspiración para defraudar a Estados Unidos, comisión de estafa, violación a la Ley de Aire Limpio, obstrucción a la Justicia e infracción de las reglas de importación.
Después Volkswagen deberá empezar a pagar las multas y se asignará a un observador independiente que durante tres años controlará el cumplimiento de las leyes y de las resoluciones del juez.
"Los delitos de Volkswagen son muy serios y necesito más tiempo para examinarlos y reflexionar", dijo Cox citado por The Wall Street Journal.
El gigante alemán del automóvil es acusado en EEUU de haber instalado en sus automóviles diésel un software ilegal que alteraba los indicadores reales de las emisiones nocivas.
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En septiembre de 2015 el Gobierno estadounidense obligó a Volkswagen a llamar 482.000 coches de las marcas Volkswagen y Audi vendidos en EEUU entre 2009 y 2015.