"Ucrania dice que hemos nacionalizado o arrebatado estas empresas, pero no es cierto", declaró Plotnitski.
"Habríamos preferido hacerlo más tarde, tal vez, pero llegó la hora de actuar rápido, de forma contundente y resuelta", dijo.
Para Plotnitski, "es imposible vivir en condiciones de permanente bloqueo y odio recíproco".
"Ucrania es un vecino con el que, lo queramos o no, habrá que construir una relación económica que sea beneficiosa para nuestra república", puntualizó.
Plotnitski estima que la RPL tardará varias semanas en establecer su control sobre las empresas no residentes.
"Una vez completado el proceso, y confío en que será hacia finales de este mes, vamos a reencauzar y relanzar las actividades", dijo el dirigente, citado por el periódico digital LMC.
Los promotores del embargo califican de ilegal cualquier comercio con las repúblicas rebeldes, y de contrabando, el flujo de mercancías entre los territorios no controlados por Kiev y el resto de Ucrania.
Mientras, el bloqueo provocó el paro de algunas empresas y cortes en el suministro de hulla, por lo que las autoridades de Ucrania se vieron obligadas a decretar medidas de emergencia en el sector energético para ahorrar recursos.