"Por lo visto el motivo formal fue el cumpleaños del líder (norcoreano), pero el motivo informal fue llamar la atención de Trump", aseveró el experto ruso en la región, Georgui Toloraya, de la Academia de Ciencias de Rusia.
El experto señaló que el lanzamiento del misil "no es en general una nueva etapa de desarrollo del programa nuclear" y subrayó que el misil lanzado no era intercontinental, lo cual "hubiera cambiado radicalmente la situación".
"Probablemente los norcoreanos busquen regatear, en cualquier caso, eso esperan", añadió.
Esta opinión es compartida por el jefe de la Cátedra de diplomacia del Instituto Estatal de Relaciones Exteriores de la Cancillería rusa, embajador plenipotenciario de Rusia, Alexandr Panov, según el cual Corea del Norte busca "reconocimiento por parte, ante todo, de EEUU".
Según Panov, las exigencias de Pyongyang estriban en que, "EEUU debe garantizar que no se inmiscuirá en los asuntos internos de Corea del Norte, que no subvertirá a cualquier precio el régimen y no realizará, claro está, diversas maniobras".
Toloraya supuso que Trump, como hombre decidido y partidario del diálogo, podría emprender conversaciones con Corea del Norte.
"Evidentemente, así piensan los norcoreanos", concluyó.
Al día siguiente EEUU, Japón y Corea del Sur solicitaron una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para analizar el ensayo norcoreano.
El Consejo, a su vez, resolvió vigilar la situación y tomar "medidas importantes".