"Estamos dispuestos a trabajar con EEUU en los principios de no confrontación y no conflictividad", dijo Wang durante la conferencia sobre la seguridad, celebrada en Múnich.
El canciller chino subrayó que las relaciones chino-estadounidenses "son unas de las más importantes del mundo".
En particular, Tillerson declaró que la única definición correcta de las relaciones entre ambos países es la amistad y añadió que su país reitera su apego a la política de "una sola China".
De esta manera el secretario norteamericano de Estado confirmó su compromiso a los tres comunicados, firmados por ambos países en 1972, 1978 y 1982, que expresaban el apoyo de Washington a Pekín en su disputa con Taiwán, considerado por China su provincia rebelde.
Durante una conversación telefónica mantenida el 10 de febrero, el presidente estadounidense, Donald Trump, también prometió a su par chino, Xi Jinping, a respetar la política de "una sola China", al clarificar así la postura de Washington sobre el tema, puesta en duda por Pekín tras la charla telefónica entre Trump y la mandataria taiwanesa, Tsai Ing-wen, sostenida a principios de diciembre pasado.