En la conversación telefónica sostenida el viernes 10 de febrero, Trump resaltó la importancia de respetar la política de "Una Sola China". El mandatario había desatado la furia del país asiático en noviembre, al sostener una conversación telefónica con la presidenta de Taiwán. Se trató de una ruptura con esta política oficial del país asiático, según la cual Washington solo reconoce al Gobierno oficial de Pekín, y no mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán. El diálogo telefónico marcó un giro en esta dinámica y un claro triunfo diplomático de China. Comentando la llamada, el diario chino en inglés Global Times escribió: "Este cambio crea la impresión de que Trump está aprendiendo su rol en el reino de relaciones con China". Sin embargo, a pesar de estas palabras tranquilizantes, los interrogantes se mantienen.
"Lo que se esconde es una cuestión estratégica. Si Estados Unidos no acepta dejar de lado el papel económico que ha tenido las úlitmas décadas en el mundo, es muy difícl que pueda tener una resolución pacifica con China cuando su ascenso es imparable", dijo a Telescopio Marcelo Ramirez, analista y responsable de contenidos de Asia TV en Argentina.