"La gente come con apetito, especialmente después de convencerse de que la comida tiene buen sabor; aunque la ciudad es grande, la noticia de que el contingente ruso distribuye comida caliente entre los habitantes pobres se propaga muy rápido", comunicó.
Hasna Mzaek, que vive en un asilo de refugiados, dijo que su casa se encuentra cerca, pero ella no pudo visitarla durante cinco años, porque allí se libraban combates.
"Probablemente podamos regresar dentro de poco, cuando limpien de minas nuestra calle", señaló.
La población constata con tristeza que la ayuda se recibe solo de Rusia y del Gobierno sirio.
Anteriormente, el Ministerio de Defensa de Rusia constató que la población no recibe ayuda de organizaciones internacionales aunque Alepo fue liberado hace un mes.
Su portavoz, Ígor Konashénkov, precisó que el grueso de la ayuda llega del Centro Ruso para la Reconciliación, del Comité Internacional de la Cruz Roja y de la sociedad siria de la Media Luna Roja.