El secretario estatal de Seguridad Pública, Mágino Alves Barbosa, confirmó la existencia de la alerta interna, pero añadió que hay pocas posibilidades de que el ataque ocurra, sin concretar de que se trataría.
"La seguridad del estado está siendo realizada en su patrón de eficiencia y alerta siempre, pero sin refuerzo adicional", y añadió que el agente que filtró el informe será apartado de su cargo porque "no sabe trabajar con inteligencia".
En opinión de algunos expertos fue un error dispersar a los presos del PCC —facción originaria de São Paulo— por cárceles de todo Brasil, porque esto provocó los enfrentamientos con facciones de otras regiones.
"Decir que las rebeliones que están sucediendo se deben a transferencias hechas en la década de los 90, más de 20 años atrás, es mucha fantasía, tienen que buscar otra excusa", dijo.
Alckmin remarcó que lo importante es que los líderes de estas organizaciones delictivas estén presos en cárceles de máxima seguridad y en un régimen disciplinar específico.
El pasado viernes dos presos fueron asesinados en la cárcel de Tupi Paulista, uno de ellos degollado.
En las últimas dos semanas más de cien presos murieron asesinados por enfrentamientos entre bandas rivales de narcotraficantes, principalmente en los estados de Amazonas, Roraima y Rio Grande do Norte (todos en la región norte del país) y por ahora la ola de violencia se limita al interior de las cárceles.