"Volvemos a reclamar un acceso inmediato, incondicional y seguro para llegar a niños y familias que todavía están cortados de la ayuda humanitaria en el país", dice el comunicado conjunto.
Los menores en estas zonas, señala el comunicado, "corren un riesgo elevado de malnutrición, deshidratación, diarrea, enfermedades contagiosas y lesiones y muchos necesitan ayuda tras estar expuestos a experiencias traumáticas".
"Demasiados niños apenas conocieron otra cosa que el conflicto y las pérdidas durante sus cortas vidas", apunta la nota y llama a no repetir las tragedias de 2016 en 2017.
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Los autores del comunicado son el director del Programa Mundial de Alimentos, Ertharin Cousin, el responsable del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Anthony Lake, el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Stephen O'Brien, la directora de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan y el Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi.