"Nada ni nadie iba a impedirme cumplir con mi obligación de rendirle cuentas al país, obligación que es ante todo ética, yo me debo al pueblo de Venezuela, e iría a donde fuese necesario para rendir cuentas", expresó el presidente Maduro, en un mensaje transmitido en cadena de radio y televisión.
Sin embargo, sobre el Poder Legislativo venezolano pesa una sentencia de desacato desde el mes de agosto, cuando su junta directiva, encabezada por el diputado Henry Ramos Allup, decidió incorporar a su seno a tres diputados, cuyo resultado electoral fue impugnado por el TSJ, ante denuncias de fraude.
Dicha sentencia, según reiteró, la presidenta del TSJ, magistrada Gladys Gutiérrez, declara nulas e írritas todas las decisiones de la Asamblea Nacional.
Por ello, el jefe de estado indicó que en acatamiento a esta sentencia acudió al Tribunal Supremo en ejercicio de sus deberes y derechos constitucionales para ofrecer su mensaje anual.
Maduro también hizo referencia a los esfuerzos que realizó por el diálogo nacional, durante el 2016, un año que estuvo marcado por las pugnas del poder legislativo, de mayoría opositora, con el ejecutivo y el judicial.
Esta es la primera ocasión en la que un mandatario venezolano acude ante el Poder Judicial a presentar el balance de su gestión.