"Pensamos enviar a China una clara señal de que, en primer lugar, la construcción de las islas debe cesar, y, en segundo lugar, su acceso a las mismas estará prohibido", dijo el diplomático.
China y otros países de la región —Japón, Vietnam y Filipinas— divergen respecto a las fronteras marítimas y zonas de responsabilidad en los mares de la China Meridional y de la China Oriental.
La Corte de Arbitraje Internacional de La Haya dictaminó el 12 de julio pasado que no existe base legal para las reclamaciones que presenta Pekín en la zona marítima que está dentro de "la línea de nueve puntos" en el mar de la China Meridional.
Además, dispuso que los territorios disputados del archipiélago de Spratly (Nansha en chino) no son islas y no componen una zona económica exclusiva.
China no reconoce y no acepta ese dictamen de La Haya.