La organización consideró positivo el anuncio de las autoridades del gobierno de Amazonas para investigar las muertes, pero cree que eso debe llevar a "una investigación inmediata, imparcial y efectiva de los hechos que lleve a los responsables a la Justicia".
Para la ONU castigar a los presos que cometieron los crímenes no es suficiente, porque los Estados deben garantizar que las condiciones de detención "sean compatibles con la prohibición de la tortura y un trato degradante, cruel e inhumano".
La organización recordó que en una decisión de 1992 el Comité de Derechos Humanos estableció que ese tratamiento debía aplicarse en todos los países, en todas las condiciones y "sin discriminación", por lo que no acepta el argumento de que faltan recursos materiales.
La ONU criticó el sistema penitenciario brasileño en numerosas ocasiones, la más reciente en 2016, cuando un informe concluyó que el número de muertes en las prisiones era "muy elevado" y que la masificación lleva a una condición "caótica" dentro de las instalaciones.