Vóronov afirmó que "este podría ser un paso importante en el desarrollo de una nueva industria de los superconductores de alta temperatura y facilitar la transición de la economía rusa al sexto paradigma tecnológico".
Por 'paradigma tecnológico' se entiende un conjunto de producciones con el mismo nivel técnico que se desarrollan de forma sincrónica. Se espera que el sexto paradigma se propague de manera amplia desde el año 2018. Se caracterizará por el desarrollo activo de nanotecnologías y tecnologías celulares.
El experto cree que, en el futuro, este cable puede actuar como un elemento clave para la construcción de varios tipos de sistemas eléctricos.
"Los dispositivos que se basen en él pueden mejorar drásticamente el rendimiento de los futuros modelos de armas y equipos militares. Esto allanará el terreno para nuestra superioridad militar y técnica", agregó.