"La conversación de Trump con el primer ministro pakistaní, Nawaz Sharif, es la que ha generado más angustia", explica Landler, dada la complicada relación entre EEUU y Pakistán, ya que tienen disputas en materias de contraterrorismo y proliferación nuclear.
Según el propio Gobierno pakistaní, Trump reveló a Sharif que lo consideraba "una persona genial" y señaló que los pakistaníes son "uno de los pueblos más inteligentes". Ante la invitación del primer ministro para que el presidente electo de los EEUU visitara Pakistán, este dijo que "le encantaría visitar ese fantástico país, con lugares fantásticos y personas fantásticas".
Además, la oferta de Trump de "jugar el papel que usted quiera que yo juegue para enfrentar y encontrar las soluciones necesarias a los problemas del país" sorprendió y dejó varias bocas abiertas en Washington.
Trump también conversó con el presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, quien se encuentra al frente del país desde 1991.
Según el Gobierno de Kazajistán, "Trump subrayó que bajo el liderazgo de Nursultán Nazarbáyev, nuestro país a lo largo de sus años de independencia ha alcanzado un éxito fantástico que puede ser considerado un 'milagro'".
En otro sonado caso de lo que el diario consideró falta de diplomacia, Trump le dijo a Theresa May, primera ministra británica, que si visitaba los Estados Unidos, "debería hacérnoslo saber". Además, en su cuenta de Twitter, Trump señaló que "A muchas personas le gustaría ver a Nigel Farage [líder antiinmigración y principal propulsor del Brexit] representando a Reino Unido como su embajador en EEUU. Él haría un gran trabajo", rompiendo, de esta manera, todos los protocolos diplomáticos.
Many people would like to see @Nigel_Farage represent Great Britain as their Ambassador to the United States. He would do a great job!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 22 de noviembre de 2016
En cualquier caso, Donald Trump no es un presidente convencional, y al parecer sus relaciones diplomáticas con el resto del mundo seguirán dando de qué hablar.