El grupo, vestido con los colores verde y blanco del equipo, durmió en una tienda de campaña y se cubrió con mantas ya que las temperaturas rondaban los 15 grados, según la prensa local.
"Queremos dar nuestro apoyo a los familiares y mostrar que nuestro amor por el Chapecoense es en las horas buenas y en las malas", declaró Cristhian Xavier, uno de los jóvenes acampados.
El estadio donde jugaba el Chapecoense se convirtió en el punto de encuentro de familiares de las víctimas y simpatizantes del club.
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Está previsto que en los próximas días se celebre allí un acto en memoria de las 71 víctimas mortales.