El joven de 19 años fue detenido después de que, una vez cumplida la mayoría de edad, no consiguiese "una oferta de trabajo para poder regularizar su situación".
La mayoría de partidos rechazaron su deportación, después de que llevase "prácticamente toda su vida" en Santiago de Compostela (Galicia).
Los partidos y organizaciones sociales denuncian que el joven "no tiene ninguna familia" en Paraguay, ya que su "madre y hermano pequeño residen en España desde hace 14 años", a lo que hay que sumar que "la madre está enferma y sola y precisa cuidados y atención".
El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, calificó de "absolutamente inaceptable" la deportación de este vecino de la ciudad, y ya se ha puesto en contacto con las autoridades paraguayas y el Ministerio de Interior para tratar de solucionarlo.