El dato confirma una tendencia al alza, ya que hasta ahora el récord del déficit estaba en el mismo periodo de 2015: entre enero y septiembre fue de 20.800 millones de reales (6.590 millones de dólares).
Las causas en el aumento del déficit están en la fuerte caída de la recaudación, un reflejo automático de la crisis económica que atraviesa el país.
En estos nueve primeros meses del año la recaudación cayó un 7%, mientras que los gastos públicos crecieron un 2%.
Además la situación es especialmente grave en el sistema de pensiones: pasó de los 54.250 millones de reales de déficit (17.200 millones de dólares) a los 112.650 millones de reales (35.700 millones de dólares), lo que supone un crecimiento del 107,6%.
Este será el tercer año seguido de números rojos para Brasil, periodo que arrancó en 2015 con un déficit de 17.240 millones de reales (5.465 millones de dólares).
Debido a esta situación el país perdió el llamado "grado de inversión" que otorgan las principales agencias de clasificación de riesgo (Standard&Poor's, Fitch y Moody's).
Una de las actuales medidas que impulsa el Gobierno, la modificación de la Constitución para congelar el gasto público durante los próximos 20 años, busca precisamente atajar el problema del endeudamiento.