Según un representante del parque temático donde habitaba, en los últimos días Jia Jia casi dejó de comer y beber, y el domingo ni siquiera podía andar.
La panda, que tenía 114 "años humanos", vivió en Ocean Park desde 1999.
Los pandas gigantes, una especie en peligro de extinción y por tanto bajo especial protección de las autoridades chinas, normalmente viven unos 20 años en su hábitat natural, y unos 25 en cautiverio.