"Haré todos los esfuerzos para consolidar el proyecto de las UPPs. Me dedicaré totalmente a pesar del momento difícil", aseguró en una entrevista al noticiero RJTV.
Beltrame llevaba diez años en el cargo y fue el máximo responsable de la "pacificación" de las favelas, pero dejó el cargo desgastado por la falta de recursos económicos suficientes para consolidar el proyecto.
A pesar de las promesas de Pezão lo cierto es que el Gobierno del Estado de Río está en situación técnica de bancarrota —el pasado mes de julio se decretó el estado de calamidad pública— y falta dinero incluso para llenar de gasolina los depósitos de los vehículos de la policía.
La "pacificación" de las favelas de Río empezó en 2008 con la implantación de bases permanentes de la policía en algunos de estos barrios controlados históricamente por diversas facciones del narcotráfico.
En un principio esto ayudó a que disminuyeran notablemente los índices de criminalidad, pero últimamente ha habido un repunte de la violencia y los vecinos temen que el proyecto naufrague definitivamente si no se inyectan más recursos.