Más de 6.000 personas ya se beneficiaron de la iniciativa gubernamental de desarrollar la economía de la región y presentaron pedidos para obtener hectáreas gratuitas, informó el viceministro de Desarrollo de Lejano Oriente, Kirill Stepanov. A saber, unos 120 lotes ya fueron entregados y otros 250 están próximos a la entrega a corto plazo, agregó.
"La ley le da a la gente un nuevo nivel de libertad. Es importante que hayan pasado todos los niveles de aprobación burocrática, aunque los ciudadanos obtienen la tierra sin contactar directamente con las autoridades", declaró el funcionario.
El tiempo de transferencia de dichos lotes se cifra en 16-25 días. Este tiempo es suficiente para validar el pedido, tomar una decisión y probar si nadie más reclama ese pedazo de tierra.
No obstante, señaló, todos los procedimientos de la asignación de los lotes fueron desarrollados de cero por lo tanto el proceso no es tan rápido. La ley entró en vigor solo el 1 de junio de 2016.
Según dice la ley, los habitantes de Lejano Oriente ruso pueden solicitar un lote hasta febrero de 2017, desde entonces esta práctica va a extenderse al resto del país.
Cualquier ciudadano del país podrá obtener la tierra gratuita hasta tal punto que podrá ser capaz de lanzar su propia empresa, construir una casa o un hotel durante un término de cinco años, en el que pasará a ser de su propiedad. Si el lote queda no desarrollado, habrá que devolverlo al estado.
Según Stepanov, los propietarios de primeros lotes sobre todo planean ocuparse de la agricultura, incluida la apicultura, así como crear aldeas ecológicas para desarrollar el turismo en la región.
El nuevo programa incluye todos los lotes en la región a excepción de los que forman parte de áreas protegidas, como los bosques. Por ejemplo, la Región Autónoma Hebrea por sí misma cuenta con 640,000 hectáreas de tierra que fueron destinadas a la distribución gratuita.
Varios empresarios afirman que las condiciones fiscales son de las mejores de Asia-Pacífico: el impuesto sobre los beneficios es cero, mientras en Corea es de 10%, en China es de 15% y en Japón alcanza 26.4%.
Además, se espera que a corto plazo nuevas ciudades y nuevas aldeas aparezcan en las tierras concedidas, en un guiño al asentamiento en la región durante los principios de la época soviética, cuando muchos comunistas jóvenes llegaron ahí para construir nuevas ciudades.