Se trata del 'caso Bygmalion', el nombre de la empresa de comunicación encargada de organizar la campaña presidencial de Sarkozy de 2012.
A la compañía la acusan de amañar facturas, para presentarlas como si fueran del partido del expresidente (que entonces se llamaba Unión por un Movimiento Popular).
Los investigadores deben decidir si zanjar el caso o pasarlo a tribunales en un plazo de un mes.